miércoles, 26 de marzo de 2008

A él...


La gente que me rodeo


fue buena, con excepción


del joven del balcón


aquel de mirada baja


del pico y el tambor


aquel con el que pelear era un ritual


y ganar era llorar


si lo volviera a ver reiría de emoción


pues aun que no conocí su corazón


me inundó la pasión del besos sin olor


sin color, y sin sabor


el beso de los sueños


y aun en sueños se quedo


que joven, que olor, cuanta pasión


a su alrrededor


yo estupefacta, mirando a escondidas


él nunca me miró


pues, él nuna existió

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